Resulta difícil de creer que el proceso biológico detrás de las axilas sudorosas y las cejas empapadas sea una de las maneras más ingeniosas que tiene su cuerpo de cuidarse a sí mismo. A menudo, la transpiración es la causa de efectos secundarios indeseados, como el olor, las marcas en la ropa y una sensación no tan fresca. Sin embargo, transpirar es natural en muchas situaciones y desempeña una función corporal importante. La razón principal por la que transpiras es para refrescar tu cuerpo. Cuando tu cuerpo se sobrecalienta, tu piel y/o los termorreceptores corporales centrales detectarán un cambio de temperatura y responderán a él enviando una señal al hipotálamo. En el proceso de transpiración, el hipotálamo actúa como un termostato corporal. Ayuda a controlar y establecer la temperatura corporal deseada haciendo que tu cuerpo reaccione en consecuencia. Cuando el hipotálamo detecta que la temperatura corporal es demasiado alta, empieza a hacer dos cosas:
- Detiene el proceso que eleva la temperatura. Tu cuerpo desacelera el flujo sanguíneo y reduce la tasa metabólica.
- Inicia el proceso que reduce la temperatura. Tu cuerpo comienza a transpirar, lo que reduce la temperatura del mismo. Estas dos actividades están a cargo de las dos a cuatro millones de glándulas sudoríparas distribuidas en todo el cuerpo. Una persona común puede producir alrededor de un litro de transpiración por día. Algunas zonas del cuerpo transpiran más que otras. Eso se debe a la variación en la densidad de las glándulas sudoríparas distribuidas en ciertas áreas del cuerpo humano. Por ejemplo, las axilas tienen más glándulas sudoríparas que los hombros.
Algunas personas creen que se elimina una cantidad importante de toxinas a través de la transpiración. Sin embargo, la principal manera en que el cuerpo elimina toxinas es a través de los riñones, el hígado y los intestinos; en última instancia se desechan a través de las excreciones. El proceso de transpiración no está completamente diseñado para eliminar toxinas del cuerpo; sin embargo, la transpiración generada por el calor y el ejercicio puede transportar involuntariamente pequeñas cantidades de toxinas metálicas. Tu cuerpo ha desarrollado un sistema complejo para asegurar la refrigeración a través de la transpiración, y ese sistema es extremadamente eficaz. Si bien la transpiración a veces puede ser molesta y vergonzosa, sin ella tu cuerpo no podría superar todos los desafíos que enfrenta durante el día.